22 de febrero de 2013

El caso Florence Cassez divide a México


Ya pasaron 7 años desde el incidente de Zinedine Zidane en la Copa del Mundo de Alemania en el 2006, cuando el francés atacó agresivamente al esternón de Marco Materazzi. Fue también hace 7 años cuando Barack Obama, todavía novato, representó al Estado de Illinois en el Senado estadounidense.  En pocas palabras;  hace 7 años, todos teníamos lógicamente 7 años menos. Pero durante el mes de diciembre del 2005 otro acontecimiento cambió la vida de una mujer: la interpelación de la ciudadana francesa Florence Cassez por la justicia mexicana. Ahora bien, después de esos 7 años, la justicia mexicana liberó a la misma el 23 de enero de 2013

De Eurodif a la cárcel de Tepapan.

Interesada por las culturas extranjeras y los idiomas, la francesa decidió dejar su trabajo en la tienda de ropa Eurodif de Lille en 2003 para visitar a su hermano quien se encontraba instalado en México. La aventura mexicana empezó cuando Florence laboró con su hermano, para después incorporarse a un gabinete de arquitectos en el cual comenzó a frecuentar a un cliente, Israel Vallarta Cisneros. Los dos terminaron viviendo juntos, pasando los fines de semana en el rancho de Israel, aproximadamente a 20 kilómetros al sur de la Ciudad de México. 

El rancho estaba aislado del gran monstruo urbano mexicano, contaba con un amplio estacionamiento ocupado por automóviles costosos, estos y otros lujos eran financiados por el mismo Israel quien supuestamente se dedicaba a la venta y reparación de bienes inmuebles.


Florence Cassez saliendo de la cárcel de Tepapan, protegida por un chaleco antibalas


La “diabólica sanguinaria” cae con el chef del Zodiaco.

La historia de la nativa de Lille de 38 años reúne todos los elementos de una pesadilla; el tipo de sueño en el cual nos despertamos sudando sin poder explicar lo que sucedió realmente. Las acusaciones son fuertes. Resulta que Israel Vallarta es conocido por la policía como el jefe de una organización delictiva de secuestradores llamado el Zodiaco, quienes actuaban cerca de los narcotraficantes. Vallarta reconoció oficialmente 10 secuestros y 1 asesinato, pero el total podría subir hasta una cifra más vertiginosa. Vista como cómplice, la francesa se quedó lógicamente en la cárcel hasta su proceso en el 2008 con la condena siguiente: 96 años de cárcel (reevaluados en 2009 a 60 años). Las pruebas de la policía eran difíciles de negar por los abogados de Florence Cassez.

Por consiguiente, la policía utilizó el caso Cassez como un avatar de sus logros en contra del crimen organizado, y la prensa aprovechandose de esta situación, hizo de ella una “diabólica sanguinaria”. Símbolo de la política agresiva de Calderón, la Francesa fue considerada como un miembro importante del grupo del Zodiaco, y la mediatización de esta pareja tan heteróclita hizo de este caso un ejemplo perfecto para ilustrar las buenas intenciones del presidente Calderón en un país acostumbrado a los asesinatos y noticias cada día más macabras. A pesar de la presión cada vez más fuerte de parte del presidente francés, Nicolás Sarkozy, la justicia mexicana no flaqueó y siguió viendo a Florence Cassez como un ejemplo en contra de la plaga del país.

Un cambio de visión de la prensa mexicana.

Sin embargo la prensa mexicana cambió totalmente de opinión hace unos meses. La “Diabólica” no tuvo, según ellos, un proceso justo. El caso se convirtió entonces en un escándalo político-judicial. Miremos las etapas: el fundador de la AFI, Genaro García Luna, estaba al puesto más alto de la AFI al momento de los acontecimientos, y Calderón acababa de convertirse en el Presidente electo (bajo sospechas de fraude electoral), por el pueblo mexicano bajo el eslogan: “Limpio, seguro para ti y los tuyos”.

Ahora bien, los resultados de la policía federal eran calamitosos, y García Luna tenía que realizar un golpe de gracia para salvar la reputación de su agencia. El momento de la atestación de la francesa era perfecto y Genaro García Luna (acusado de conexiones con el narcotráfico) fue, (¿ simple coincidencia ?) nombrado Secretario de la Seguridad Publica por el Presidente Calderón.

A pesar de todo eso, las autoridades reconocerán que la atestación de la francesa había sido un “montaje” de la AFI, con unos derechos políticos totalmente olvidados. Por ejemplo, la presentación de los presumidos culpables al ministerio público (que cayó en el olvido), una infracción total de las reglas de la Constitución.

Además, un reportaje de las televisoras mexicanas más importantes TV Azteca y Televisa mostró a 3 personas, un niño de 10 años con su madre y hermano de 21 años, privados de su libertad en el rancho de Vallarta recatados por la AFI, la coincidencia era demasiada sorprendente para no dudar de la veracidad del video. Y de hecho, Televisa confirmó el 23 de enero de 2013 (solamente 7 años después) que se trató de un montaje. Todas esas coincidencias impulsaron a la prensa a cambiar de punto de vista y criticar cada vez más al presidente Calderón, secuestrado políticamente por un Secretario de la Seguridad Publica demasiado popular para ser contradicho. El caso Florence Cassez se convirtió en una ilustración internacional de los síntomas políticos y sociales de México, entre crimen organizado, corrupción bandalizada y políticos fraudulentos.

“Quedó libre por violaciones al proceso, no por inocencia”

 Aunque la justicia liberó a la francesa, como lo confirmó el Procurador General de la República, Sr. Jesús Murillo Karam, ella se “quedó libre por violaciones al proceso, no por inocencia”. En efecto es totalmente imposible demostrar si Florence Cassez es inocente porque todas las pruebas se contradicen, del tele montaje de Televisa a las llamadas del grupo de secuestradores a la francesa. Este tema sigue siendo un tema delicado en un país cuya opinion publica es dividida. Uno de los rehenes se expresó, por ejemplo, criticando a su país y sus instituciones de “porquería” y las redes sociales atacaban a menudo la actitud corruptiva de la justicia mexicana y la traición del presidente Peña Nieto a la sociedad que gobierna.

Siete años de lucha para cambiar el destino de la condenada

Necesitamos afirmarlo, las coincidencias relativas a este caso son inquietantes, sobre todo la cronología. En efecto, hace menos de 2 meses (el 1 de diciembre de 2012), el nuevo presidente mexicano Enrique Peña Nieto tomaba posesión de su mandato. Ahora bien, este presidente es del PRI que recuperó el poder en contra del PAN de Fox y Calderón en las elecciones del 1 de julio de 2012, después de 12 años de oposición. Y logró cambiar en 2 meses el destino de la francesa que luchó durante 7 años para clamar su inocencia; parece realmente corto. 


A la izquierda, Enrique Peña Nieto, el nuevo presidente de México, del P.R.I. y a la derecha, Felipe Calderón, el último presidente del país, que representa el P.A.N., durante uno de los multiples encuentros en el periodo de transición.  


Los jueces, antes, se negaban a liberar a la francesa durante los siete últimos años, y ahora terminaron haciendolo. Todo eso puede crear unas dudas fundamentales, porque haber dicho “no” durante tanto tiempo y finalmente cambiar de opinión drásticamente sobre el tema de la liberación de la Francesa. En otras palabras, podemos preguntarnos si Peña Nieto logró “comprarse” la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

¿ Un Jackpot político por Peña Nieto ?

Para el nuevo presidente el hecho de liberar a Florence Cassez es un logro importante. En primer lugar, eso marca el fin de la política ofensiva en contra del crimen organizado de su predecesor y, entonces, permite promover el statu quo entre los dos lados. En segundo lugar, esto dio la posibilidad a las relaciones franco-mexicanas de empezar de nuevo, punto crucial para la economía mexicana porque significa el desarrollo de intercambios comerciales importantes con los otros miembros de la Unión Europea, como Alemania, que habían sido frenados por Paris. En tercer lugar, el poder ejecutivo logró con los argumentos de “violaciones al proceso” para liberar la francesa apaciguó la opinión pública de su lado. En último lugar, Peña Nieto, criticando las “violaciones al proceso”, además de reprochar de nuevo la política de Calderón, se hizo el “salvador” de la justicia mexicana.

Existió  cierto escepticismo entre los Méxicanos este 23 de enero de 2012 durante la liberación de Florence Cassez. Entre símbolo de una lucha que parece terminada en contra de los narcotraficantes, lucha ligada al mandato de Calderón, e irregularidades judiciales claras, la SCJN decidió dejar a la francesa libre inmediatamente. El hecho de haber sido liberada por “violaciones al proceso” y no por ser una inocente real reconocida por la Corte puede llevarnos a preguntarnos si su juicio ha sido o no un tratamiento debido a su nacionalidad, pero  muchos mexicanos en el mismo caso están todavía en la cárcel. Y también podemos imaginar que la liberación de la francesa tenga algo que ver con la reciente toma de posesión del presidente Peña Nieto, quién reafirmará un poco más de su nuevo poder.

Una actitud victoriosa de París contra un escepticismo de México.

Ante tales circunstancias, Paris debería repasar su copia y recibir a Florence Cassez de una manera más humilde, y no como a una heroína o a una nueva “Ingrid Betancourt” recibida por políticos franceses encabezados por el ministro de los Asuntos Extranjeros. Cassez es nada más que una ex – encarcelada liberada por “violaciones al proceso” y todavía no declarada inocente de las acusaciones delictivas que se le imputan (que conciernen vidas humanas inocente, victimas de secuestro) por la justicia mexicana. 

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